Catalina de Erauso





En San Sebastián hay una calle que se llama Catalina de Erauso. Esa fue mi primera referencia sobre este personaje histórico, pero a decir verdad, siempre asumí que habría sido alguna especie de reina o princesa. No tenía ni idea sobre la interesante vida de la “monja alférez”. 


Si bien la fecha de nacimiento es discutida, diremos que nació en San Sebastián sobre el año 1592. Sus padres la internaron con 4 años en un convento, junto a varias de sus hermanas, pero rebelde sin causa, tras varios encuentros con las monjas, huyó del convento a los 15 años.


Vestía como un hombre y adoptaba nombres masculinos para que no la reconocieran. Trabajó en varias localidades de España (Vitoria, Valladolid, Bilbao, Estella) donde tanto trabajaba como robaba para sobrevivir; participó en alguna pelea, incluso estuvo encarcelada.  


Finalmente, puso rumbo a las Américas, y tras algún que otro sufrido desencuentro por distintos territorios americanos, acabó en Chile en la campañas de combate contra los indígenas de aquellas tierras (los mapuches). Luchó valientemente durante 4 años, llegando a ser ascendida a Alférez. 


Sin embargo, su rebeldía volvió a aflorar (también su ludopatía) y se vio envuelta en distintas trifulcas que le hicieron huir. Sentenciada a muerte, tras una larga huida, fue reconocida (como hombre) y detenida. Fue entonces cuando pidió entrevistarse con el obispo y confesó su condición de mujer. El religioso pactó con ella que cumpliera su condena en un convento. 


Así se convirtió en una celebridad; su historia se dio a conocer en todo el reino e incluso fue recibida por el Rey Felipe IV y el papa Urbano VIII. Este último le concedió permiso para seguir vistiendo y firmando como hombre. 


Posteriormente se instaló en México, se ganó la vida transportando pasajeros y equipajes de Veracruz a Ciudad de México, y fue en este país donde falleció.


La historia suena fascinante pero lo que la caracteriza es la gran leyenda que se creó alrededor. Ella misma, y posteriormente otros escritores, basándose en los escritos de Catalina, redactaron su biografía y la convirtieron en mito. Es cierto que la veracidad de los hechos es controvertida, tanto por la inverosimilitud de algunos como por el hecho de que en el Siglo de Oro, la tendencia era a magnificar los hechos y personajes. Por ejemplo, en todo el relato Catalina se reencuentra con sus familiares una y otra vez pero, convertida en hombre, ninguno la reconoce, lo que da lugar a situaciones novelescas divertidas e intrigantes. 


No obstante, estoy segura de que la caracterización del personaje es real: La transformación en hombre para llevar la vida que quería, sus relaciones amorosas con mujeres, su ansia de aventura, su tendencia a la trifulca y a su propia defensa, a través de la violencia (totalmente común en esa época). 


Personalmente, creo que es un personaje muy inspirador para las mujeres: el ansia de libertad y de aventuras es totalmente trasladable a épocas posteriores, los sueños de Catalina estaban muy alejados del rol de las mujeres en esa época.

Y por otro lado, es un personaje muy destacable para los ciudadanos de San Sebastián, que conocemos hombres conquistadores que partieron al continente americano (Juan Sebastián Elcano, Blas de Lezo), pero no de mujeres conquistadoras. Y Catalina de Erauso es prueba de que también las había.



                                                                          Estatua de Catalina de Erauso en el Parque de Miramar de San Sebastián.

                        Fuente: (LCC) https://commons.wikimedia.org/wiki/File:San_Sebasti%C3%A1n_ _Parque_de_Miramar,_Monumento_a_Catalina_de_Erauso.jpg



Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Catalina_de_Erauso

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/increible-historia-catalina-erauso-monja-alferez_13152



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